Como conocer el chico 504726

Lo que a continuación voy a relatar sucedió hace muchos años, cuando estaba al frente de la parroquia de un pequeño pueblo del interior de España en la década de los años setenta. Desde pequeño supe que ida a ser sacerdote. Nací en el seno de una familia acomodada, de madre viuda y dentro de un sistema matriarcal.

Todos solían pensar que soy como un muñeco de porcelana que apenas lo toquen se puede romper. Nací con una sonrisa de ojos y relajada personalidad. Para comprender mi historia tengo que comenzar por contarles el desastroso inicio. Por toda la universidad Key y Onew, que se habían autoproclamado mi "umma" y "appa" respectivamente, se habían encargado de amenazar a cualquier chica o chico que supiera de mi existencia; absolutamente nadie tenía derecho de acercarse a mí a menos que ellos lo aprobaran, sin embargo todo eso se rompió cuando me escapé de ellos una tarde, conocí a alguien y como cualquier tonto universitario creí que estaba enamorado, me deslumbró un par de ojos bonitos, una mirada sincera y la calidez de unos brazos. Por supuesto que él se negó pero ante tanta insistencia de mi parte, por fin cedió y me dio mi primer beso.

Un hombre honesto, confiable y fiel. Semejante vez ni siquiera es una distracción sino que es una constante en tu vida. Debo admitir que he estado allí. Pero como dicen, tienes que besar algunas ranas, para eficacia encontrar a tu príncipe. Es la experiencia la que nos hace dar cuenta, si el hombre que estamos conociendo, tiene las cualidades que estamos buscando. De esta forma conseguiremos una relación duradera y con la cual podamos formar un proyecto de biografía. Para ello, a continuación, te facilitaré las que debes considerar, para darte cuenta si tienes un gran macho a tu lado.

Mi ano estaba siendo violado sin piedad por mi sobrino que hasta hace horas era un chico bien portado y completamente integro. El dolor se mezclaba con el placer y la sensación de ello era increíble. Mi sobrino seguía sin piedad y con fuerza metiendo su puño. Yo gemía y me estremecía.